Los medidores de dióxido de carbono fueron diseñados para controlar si hay suficiente renovación de aire en diferentes espacios. La comuna de Morón lo implementará en las aulas del sistema educativo público, en el marco de los protocolos para el retorno del ciclo escolar presencial.
En el marco de los protocolos sanitarios para promover un retorno seguro del ciclo escolar, es fundamental contar con esta herramienta que mide la presencia de CO2 en el aire y permite controlar y garantizar una buena ventilación de los ambientes cerrados, y así, disminuir el riesgo de contagio del Covid-19.
Al finalizar la jornada, el jefe comunal comentó: “Nos pusimos en contacto con la Universidad de Hurlingham, que desarrolló este dispositivo que mide la cantidad de dióxido de carbono en el aire, particularmente, al interior de las aulas. Cuando supera el umbral deseado, inmediatamente suena una alarma y eso hace que se tomen decisiones, fundamentalmente de ventilar, y si con esa ventilación no se disipa la alarma, salir inmediatamente de ese recinto”.
Asimismo, agregó: “Venimos trabajando, por un lado, en el accionamiento de las infraestructuras necesarias para que cada una de las escuelas esté en condiciones de volver a alojar a nuestros chicos y chicas y a los trabajadores de la educación. Pero también pensando permanentemente en otros dispositivos que puedan ayudar al mismo objetivo, a trasmitir seguridad, confianza y a reducir las posibilidades de contagio, neutralizar a la mínima expresión posible la circulación viral”.
Estuvieron presentes el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, el secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, Jaime Perczyk y el rector en ejercicio de la UNAHUR, Walter Wallach.