El presidente Mauricio Macri lanzará el “ajuste de la política”, en un fuerte gesto de austeridad para reducir el gasto público y el déficit fiscal. Desde 2018, pondrá en marcha un plan de reducción de cargos jerárquicos en la administración pública nacional y de personal que no apruebe evaluaciones de desempeño y presentismo y, una reconversión de organismos descentralizados, como PAMI, Anses, Senasa, INTA, INTI y otros.
“Todavía está en debate: hay dos o tres líneas de trabajo. Y faltan definiciones”, señaló otro funcionario. En los primeros días de esta semana, se reunirán el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, y el vicejefe del Gabinete, Mario Quintana, con sus equipos técnicos en pleno.
El Presidente y el jefe del Gabinete, Marcos Peña , supervisan el proyecto, que es prioridad uno, porque pone el foco en dos mensajes clave: la “austeridad y la “reducción del déficit fiscal”. Pero todavía no existe una estimación clara del ahorro que producirá en las cuentas globales.
Es una señal a los inversores para no perder capacidad de financiamiento y para mostrar signos reales de lucha contra la inflación. Será además un mensaje a los gobernadores, con quienes Macri se reunirá el jueves próximo en Olivos para negociar la reforma tributaria, la reducción de impuestos provinciales y la baja del gasto de las provincias.
El primer eje de la reestructuración del Estado será reducir la masa salarial de cargos jerárquicos. Son en su mayoría nombrados políticamente: ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores y coordinadores. Para este objetivo hay tres hipótesis de trabajo:
-Eliminar una o dos franjas de cargos jerárquicos completas: todos los subsecretarios o directores, por ejemplo. Pero esto es complicado desde lo funcional y organizativo.
-Fijar una meta como suprimir 300/400 cargos en todo el gabinete, es decir 15/20 cargos en cada uno de los 20 ministerios actuales. Cada ministro debería definir cuáles con un objetivo de ahorro específico.
-Ordenar una meta de ahorro específica. Por caso, 10%. Y cada ministro lo ejecutaría como le convenga.
“Hay dos posibilidades: cortar uno o dos franjas de cargos intermedias del organigrama -las subsecretarías, direcciones nacionales, direcciones generales- o que cada ministerio presente su propio bosquejo de recorte. Eso sí, con un número garantizado”, señaló a LA NACION un alto funcionario de la Casa Rosada.
El segundo eje de la reforma sería una reducción progresiva del personal con contrato temporario bajo el régimen del artículo 9 de la ley de Empleo Público. Son contratos de un año, por tiempo determinado. Existen unos 60.000 y en teoría son por trabajos temporarios, pero algunos tienen hasta 30 años.
Macri redujo 11.000 al asumir en 2015, pero aún son más de los necesarios. El recorte se haría de acuerdo a una evaluación de desempeño y presentismo; cada ministerio debería tomar decisiones. No se descarta fijar una meta. También para el personal de planta se dispondrían jubilaciones -para quienes estén en esa edad- y retiros voluntarios.
El tercer eje es la reforma de organismos públicos descentralizados: PAMI, Anses, Senasa, INTA, INTI, CNEA, entre otros. No se eliminará ninguno de ellos, según dijo Peña esta semana, pero sí se reformularán.
Según un borrador que circula en la Casa Rosada, PAMI tiene 15.000 empleados, Anses 15.700, Senasa 6000, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) 3000, el INTA 7200 y el Registro Nacional de las Personas (Renaper) 3500.
La estructura de la administración pública se compone hoy de 20 ministerios, 87 secretarías de Estado, 207 subsecretarias, 687 direcciones nacionales y generales, 122 institutos y organismos, un total de 1124 unidades administrativas. Si se eliminaran 300/400 cargos, se reduciría la estructura entre 27 y 36%.
Por orden del Presidente, todos los ministros trabajan en la reforma que coordinan Peña junto a Quintana e Ibarra como ejecutores. Ellos y el otro vicejefe, Gustavo Lopetegui, trabajan para lanzar el plan en las primeras semanas del año próximo. “Vamos a podar al estructura”, dijo un funcionario principal.
“El argumento central para avanzar es la eficientización del Estado. Lo central es organizativo”, explicaron otras fuentes cercanas a Macri.
El Presidente quiere dar el ejemplo. En la reunión del gabinete ampliado en el Centro Cultural Kirchner, Macri advirtió el jueves: “No es verdad que porque el déficit fiscal sea enorme se justifique un cargo más, un auto, un celular, un viaje… Cada vez que cometemos el error de despilfarrar aunque sea mínimo fallamos en nuestra capacidad de liderar con el ejemplo, no en la palabra. Espero que tengan conciencia de austeridad y voy a estar mirando qué hace cada uno”.
La Casa Rosada niega que vaya a haber una ola de despidos, pero sí una dinámica permanente de organización, con un planeamiento de dotaciones óptimas. En la semana, altos funcionarios comentaron en privado, en línea con Macri, que “se busca un Estado austero y eficiente”, y no descartaron nuevos despidos en el sector público. “Puede haber altas y bajas, según la evaluación de desempeño, según la dinámica de cada organismo”, comentaron.