Vuelven a pedir la libertad de la empleada doméstica detenida por el doble crimen de Vicente López

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El abogado de la empleada doméstica detenida por el doble homicidio del abogado jubilado y su esposa ocurrido la semana pasada en una casa del partido de Vicente López volvió a pedir la liberación de su defendida, al incorporar al expediente elementos de prueba que la desvinculan del hecho y al considerar que no existen riesgos procesales, informaron hoy fuentes judiciales.

El requerimiento del cese de la medida de detención contra María Ninfa Aquino (64) fue solicitado ayer por su abogado Hugo López Carribero, luego de que el Juzgado de Garantías 1 de dicha jurisdicción rechazara el recurso de habeas corpus presentado esta semana.

La mujer se encuentra detenida desde el 26 de agosto pasado acusada de ser partícipe necesaria del doble crimen del abogado José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72), cuyos cadáveres fueron hallados el día anterior en la casona de la calle Melo al 1100 esquina Gaspar Campos de Vicente López, en el norte del conurbano bonaerense, tras una serie de contradicciones y actitudes extrañas que mencionó en su relato sobre el día del hallazgo.

En el escrito de 41 páginas el letrado aseguró: “No existe ningún tipo de prueba o indicio que permita vincular a mi asistida con el delito imputado, generándose de tal modo una detención totalmente arbitraria que debe de cesar”.

A su vez, incorporó al expediente los movimientos de la tarjeta SUBE, provista por Alonso a su empleada, de los cuales se desprende que “los días que componen la franja temporal de la acusación, ésta (Aquino) cumplió con su labor normal de servicio de limpieza del domicilio de los damnificados”.

En ese sentido, añadió que entre las 16.48 del 24 de agosto y las 4.30 del día siguiente, cuando para los pesquisas se cometió el robo y posterior doble crimen, “Nina” no estaba en el lugar escenario de los hechos, antes bien en su domicilio o lugar cercano a éste.

Asimismo, el letrado también incorporó fotogramas de una cámara de seguridad que captan a Aquino caminando hacia una parada de colectivos, coincidente con el horario registrado por la tarjeta SUBE.

Por otro lado, López Carribero afirmó que “no hay motivos ni indicios vehementes de riesgos procesales concretos, tan solo una ´virtual´ presunción que conlleva a la realización de un análisis apodíctico de la existencia de peligro de fuga y de entorpecimiento probatorio.

Es que, según enumeró el abogado, la mujer alertó del doble crimen a la Policía, no abandonó el domicilio, entregó a los efectivos una vaina servida que encontró y dio su testimonio los uniformados, ratificado luego en la indagatoria.

Además, de acuerdo al letrado “Nina” se mantuvo “en estado de shock desde el primer momento”, no alteró la escena del crimen y ninguno de los elementos sustraídos fue hallado en poder de la mujer.

Por lo esgrimido, López Carribero solicitó al Juzgado de Garantías 1 de San Isidro que “se tenga por presentado requerimiento de cese de la medida de coerción personal dictada”, se “tome razón de los fundamentos de inexistencia –o desaparición- de las condiciones requeridas para el mantenimiento de su coerción y, de la reevaluación de la prueba” y ”consecuentemente, se haga lugar al cese y se disponga la libertad” de Aquino.

El robo y doble crimen fue cometido entre las 16:48 del 24 de agosto -momento del último contacto telefónico de Alonso- y las 4.30 de la madrugada del día siguiente, horario estimativo de la data de muerte.

Para los investigadores, los homicidas de Del Río y de Alonso robaron unos 10.000 dólares, 1.500.000 de pesos, 50 lingotes de oro de 10 gramos y diamantes, y antes de escapar se llevaron el disco rígido con las imágenes de las cámaras de seguridad de la casa.

Los fiscales Martín Gómez y Alejandro Musso manejan la hipótesis de que el matrimonio Del Río fue abordado luego de que la mujer regresara de hacer unas compras a un supermercado -las bolsas con mercadería quedaron arriba del auto-, o que alguien proporcionó una copia de la llave.

Las víctimas estaban sentadas con los cinturones de seguridad colocados en los asientos delanteros del Mercedes Benz E350, la mujer del lado del conductor con un tiro en la cabeza y el hombre como acompañante con tres disparos.

El tirador los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros de atrás hacia adelante de derecha a izquierda, por lo que se cree que podía estar en el asiento trasero.

Los Del Río estaban por mudarse a un departamento en el exclusivo edificio Chateau del barrio porteño de Núñez y pensaban continuar allí con la empleada ahora detenida.