“No sólo se trata de 24 familias que van a vivir mejor, sino que también va a ser una mejora importante para el barrio; una integración y una reconstrucción del tejido social, ya que los beneficiarios dejarán el lugar que habitan del otro lado de la calle, que en parte se va a demoler, para que allí se pueda realizar otro plan de viviendas”, sostuvo el intendente.
A propósito del trabajo mancomunado con la Nación, que tuvo como resultado la reactivación de una obra que estaban paralizadas desde 2008, remarcó que “tanto la vivienda social como la promoción de la vivienda de clase media son ejes que el gobierno nacional ha tomado con mucho impulso, en los que está trabajando con la Provincia, y sobre todo con los intendentes”.
Cada una de las viviendas constará de una sala de estar, cocina, baño y dormitorios (según cómo esté configurada la familia), además de contar con servicios de red de agua, cloaca, desagües pluviales, gas natural y tendido eléctrico. A su vez, habrá unidades para personas con discapacidad.
En cuanto al sistema de construcción en sí, se trata de una estructura independiente de hormigón armado, cerramiento en mampostería de ladrillo hueco, techo de chapa, carpinterías de aluminio, solados y revestimientos cerámicos.
“Paulatinamente -señaló Sergio Botello, secretario de Obras y Servicios Públicos-, va a ir transformando el entorno. El contar con un bien enajenable les va a dar la posibilidad de tener algo cierto y de calidad, y eso cambia la mentalidad de los propietarios. Al momento en que vos te sentís dueño de algo, lo mirás de otra manera”.
Desde la Dirección de Hábitat del municipio, simultáneamente, se está llevando adelante un trabajo de contacto permanente con los vecinos, con quienes se organizaron comisiones barriales.
Además, el jefe comunal comentó que “es una alegría imaginar que vamos a poder darle un mensaje distinto a la gente, que va a dejar de vivir como puede, para empezar a vivir como se merece”.