La manifestación tuvo réplicas en distintas ciudades del país, y los reclamos que predominaron fueron la equidad de género en todos los planos, el fin de los femicidios y el reclamo por el aborto legal, seguro y gratuito.
Miles de personas, en su mayoría grupos de chicas de entre 15 y 30 años, se movilizaron desde temprano con los característicos pañuelos verdes y sosteniendo carteles con consignas de denuncia como “Paren de matarnos”, “Saquen sus rosarios de nuestros ovarios” y “Somos las nietas de las brujas que no pudiste quemar”.
Por la avenida Callao llegaron a la Plaza de los Congresos las agrupaciones de izquierda trotskista y las federaciones universitarias, mientras que las organizaciones identificados con el Frente de Todos se aglutinaron del lado de la Avenida Entre Ríos.
También participaron las agrupaciones estrictamente feministas como Pan y Rosas, Mala Junta y Las Rojas, colectivos de género de organizaciones sindicales, universitarias y de Derechos Humanos.
En la antesala al acto, los parlantes reprodujeron canciones de Sudor Marika, una banda que se consagró en la difusión de letras a favor de la causa de género y disidencias sexuales, al tiempo que se armaban rondas alrededor de grupos que ensayaban performances artísticas para sensibilizar sobre la violencia de género y los femicidios.
La diputada porteña del PTS-Frente de Izquierda Myriam Bregman advirtió que “hay sectores de la sociedad que están reaccionando contra nuestros derechos”.
“Somos conscientes de que las Iglesias se están organizando muy fuertemente para que las mujeres no avancemos en la conquista de nuestros derechos, como hicieron ayer con la contramarcha en Luján para oponerse al derecho al aborto y las mujeres, que históricamente nos movilizamos el 8 de marzo.
Hoy estar movilizadas, organizadas y en la calle es fundamental, porque solo así vamos a conquistar el aborto legal”, agregó.