El comisario Fabián Perroni quedó este miércoles formalmente a cargo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires al haberse oficializado su designación mediante un decreto de la gobernadora María Eugenia Vidal publicado en el Boletín Oficial.
El decreto, firmado el 10 de octubre por Vidal, el jefe de Gabinete, Federico Salvai, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, le da a Perroni el manejo oficial de la Superintendencia General de Policía.
Perroni había quedado a cargo, de modo provisorio, de la fuerza en mayo, tras la renuncia de Pablo Bressi, acusado por denuncias de violencia de género, recaudación ilegal y vínculos con el narcotráfico.
Entonces, le había dirigido una carta a Vidal en la que le comunicó la decisión por “motivos estrictamente personales y profesionales”. El ex jefe policial afrontaba denuncias por maltrato de ex parejas, así como la denuncia constante Elisa Carrió, quien lo señalaba como cómplice del narcotráfico.
Las investigaciones sobre coimas y recaudación ilegal que afectó a la cúpula policial e hizo rodar cabezas precipitó su salida. Perroni se hizo cargo por defecto.
Como había informado La Tecla.info, no existía en el gobierno bonaerense la voluntad de realizar una rápida designación oficial. Perroni, segundo en la fuerza, ocupó el cargo por vacancia.
“Mi lucha fue siempre contra la delincuencia y nunca bajaré los brazos”, afirmó al poco de tiempo de haber asumido. Incluso, estuvo en el programa de Mirtha Legrand. Y brindó una mirada de la lucha contra las drogas y la falta de oportunidad.
“Eos jóvenes que no tienen oportunidades hace años y no tienen un futuro y que se han volcado al delito, cuando el narcotráfico es una salida laboral lo tenemos que revertir rápidamente y lo estamos haciendo con las medidas que tomó la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires y el Ministro, y la misma policía”, dijo entonces.
Fabián Perroni, un oficial que revistaba como Jefe de la Departamental Lanús, y posteriormente fue trasladado como interventor de la flamante Departamental Luján-Rodríguez. De ahí fue llamado por el ministerio de Seguridad bonaerense para quedar segundo en la cadena de mando de la policía bonaerense desde donde estuvo a cargo del Operativo Sol.
Perroni, tiene, sin embargo, una mancha. En 1992 estuvo acusado de apremios ilegales y pasó dos años en disponibilidad. Se desempeñaba como oficial inspector y había sido llamado para colaborar en una investigación por robos a carnicerías en la comisaría 9º. Hubo un allanamiento que no dio resultado esperado y denuncia expuso malos tratos contra un amigo de uno de los sospechosos. El juez Ernesto Domenech llegó, incluso, a ordenar su detención.
Sin embargo, en ruedas de reconocimiento no fue identificado. Por eso lo sobreseyeron en la Justicia y lo reincorporaron luego a la fuerza. La Fundación Miguel Bru manifestó su rechazo a la designación de Perroni. El ahora jefe de la Bonaerense estuvo implicado en ese caso de violencia junto al oficial Walter Abrigo, condenado por la desaparición del estudiante de Periodismo en 1993.
En su última declaración jurada, Perroni declaró bienes por $ 1.051.659, entre los cuatro más ricos de la fuerza.