San Isidro: El cierre de un clásico

La crisis económica impacta de lleno en el área gastronómica y provoca el cierre de restaurantes del Gran Buenos Aires.

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Después de estar tres meses sin poder abrir por la cuarentena, cerró un clásico de San Isidro, el restaurante La Bistecca, ubicado en la localidad de Martínez, sobre la calle Dardo Rocha.

El aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, obligó a buena parte de los restaurantes del Gran Buenos Aires a atravesar una fuerte crisis económica, y La Bistecca y La Porolaccia, dos emblemáticas marcas pertenecientes a los hermanos Federico y Pablo Lore, fueron una de ellas.

Asimismo, debieron cerrar el Centro de Elaboración Personalizado CEP de La Boca , donde trabajaban 95 operarios.

La noticia se informó a través de redes sociales “…Debido a la pandemia mundial que nos impacta a todos, el local La Parolaccia Casa Tua (Puerto Madero), no volverá a abrir sus puertas. Este es un golpe muy duro para nosotros, ya que en nuestros 30 años de trayectoria, siempre hemos apostado al futuro y crecimiento de nuestro país. Los esperamos muy pronto en todos los demás locales, con el espíritu y cariño de siempre, a todos nuestros clientes. Un gran abrazo y gracias por el apoyo de siempre”.

Vecinos que solían ir al restaurant, se pusieron en contacto con los trabajadores para apoyarlos. Rubén Ramírez, uno de los empleados, contó que lo llaman y le piden el curriculum para difundirlo. “Nos vieron rompernos el alma y ahora nos quieren dar una mano”, agregó.

Desde ahora, comienza una nueva etapa entre los mozos: hay algunos que se encargan de trabajos provisorios como la poda de árboles, y otros como Rubén se forman para ser técnicos en refrigeraciones. “Somos muy solidarios entre todos y nos ayudamos para que cada uno tenga su manguito”, admite.

Ramírez logra ver el lado positivo, remarca que hoy le toca quedarse con su hija de tres meses en su casa y disfrutarla a pleno. “Es una pérdida muy grande para todos, pero guardo hermosos recuerdos en La Bistecca, mi casa durante 16 años”, concluyó Rubén.