La noticia sorprende por dos razones claras. Por un lado, efectivamente, el imputado además de ser narcotraficante era empleado judicial, pero además, fue beneficiado el pasado 20 de abril con arresto domiciliario. Por lo que podrá permanecer en su casa pese a enfrentar una condena de hasta 15 años de prisión por comercializar estupefacientes.
El imputado se llama Emmanuel Andrés Sena, y estará con arresto domiciliario en su domicilio sito en la calle Bonifacini en la localidad de Caseros, partido de Tres de Febrero. No sólo se dedicaba a comercializar estupefacientes, sino que además se desempeñaba con el cargo de Escribiente en el Poder Judicial de la Nación y era estudiante de la carrera de Derecho.
La decisión la tomó el Tribunal Oral en lo Criminal Federal nro. 2 de San Martín.
Entre los considerandos de la resolución, el Tribunal indica que: “…corresponde señalar que Emmanuel Andrés Sena fue detenido en estas actuaciones el día 24 de agosto de 2019, permaneciendo en dicha condición hasta la fecha, y que se requirió la elevación a juicio a su respecto en orden al delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en calidad de autor (arts. 5, inc. c, de la ley 23.737, y 45 del Código Penal).”
Por otro lado, dos cosas más llaman lamentablemente la atención. Por un lado, como se extrae del fallo al que tuvo acceso Redacción Norte, se advierte que: “Al pedírsele opinión, el señor representante del Ministerio Público Fiscal dictaminó favorablemente a la petición en trato”.
Asimismo, otro elemento que habrá de desconcertar al lector, seguramente es que de todas las posibles fianzas que se pueden imponer a una persona cuyo arresto se ve morigerado de alguna manera, el Tribunal dispuso que “…el imputado deberá dar promesa de someterse al procedimiento y de no obstaculizar la investigación…”. Es decir, los jueces consideraron que es suficiente la promesa del imputado de no entorpecer la investigación y de no darse a la fuga”.
¿Será Justicia?
